El proyecto busca tomar medidas serias para, desde la óptica penal, evitar que los accidentes de tránsito causados por conductores en estado de embriaguez o que viajan a una velocidad superior a la permitida, queden impunes. Así mismo, buca motivar a las personas para que a la hora de conducir, lo hagan con responsabilidad y sobre todo pensando en el respeto por la integridad física y la vida de los asociados.
Se impone una mayor atención y fortalecimiento de la intervención penal en esta materia para evitar la impunidad en casos generadores de conductas delictuales que tiene como relación causal el exceso de velocidad o la influencia del alcohol. Ello implica, que el tratamiento punitivo debe ser más drástico para quien se da a la fuga pese a haber atropellado a otro ciudadano, o quien excede de forma temeraria y sin ninguna consideración la velocidad, y con ello pone en peligro grave la vida y salud de los transeúntes, peatones u otros conductores.