El Proyecto dicta que la Nación honrará la memoria de Luis Antonio Robles, eximia figura nacional, por haber sido un aguerrido paladín de la democracia y tribuno intérprete del sentir popular, en reconocimiento a sus meritorias realizaciones como parlamentario, o como Secretario del Tesoro, cumpliéndose en 1999, 150 años de su natalicio y 100 de su muerte. Se autoriza al Gobierno Nacional para que rinda honores a su memoria a través de la construcción de monumentos públicos, becas, una publicación con sus ponencias y una comisión que se encargará de trasladar sus restos mortales desde Bogotá, hasta Camarones, Guajira, su tierra natal.