El Bicentenario debe ser una gran ocasión para la consolidación del tan anhelado sueño de la paz y la reconciliación de todos los colombianos, lo que nos obliga entonces a proyectar nuestro pensamiento e implementar grandes obras y proyectos de desarrollo regional y local con motivo de esta fecha tan emblemática para Colombia y por qué no decirlo para América Latina y el resto del continente.