Se pretende unificar el arte taurino en un reglamento a nivel nacional, donde las características y las reglas de las corridas de toros sean las mismas en una plaza de provincia como en una plaza de ciudad, ya que debe existir concordancia en las decisiones que se tomen en las diferentes plazas del país porque el objetivo de esta clase de espectáculos es el de salvaguardar la vida y tranquilidad de todos los elementos de la fiesta brava.