Muchas comunidades han sido desintegradas por efectos de la violencia, o sometidas a formas de control autoritario . La impunidad casi generalizada ha brindado seguridad a los perpetradores de estos hechos para que puedan gozar en total libertad del botín de su accionar violento. Sin la sanción penal y menos social de sus actos, se han sentido estimulados a cometer nuevos crímenes.