Antes de la Reforma Política de 2003, la asignación de curules se basaba en el método de cuociente electoral, resultante de dividir el total de votos válidos consignados por el número de cargos a proveer. A cada lista se le asignaban las curules correspondientes al número de veces que su votación estuviera contenida en esa cifra. Sin embargo, no todas los escaños alcanzaban a ser repartidos a través del cuociente electoral. Entonces, se recurría al sistema de residuos, quedando dos formas de acceder a un escaño:
1. Las listas que no alcanzaban el cuociente electoral competían con el total de su votación por los escaños restantes.
2. Las listas que obtenían curul a través del cuociente electoral, pero que les “sobraban” votos, podían acceder a otras curules a partir de sus residuos.
Por ejemplo, si un determinado partido obtenía 105 votos, y el cuociente electoral era de 25 votos, este obtendría automáticamente cuatro curules (105 / 25 = 4.2). Sin embargo, quedaría un residuo de cinco votos (4 x 25 = 100). El partido competiría por las curules que sobraban con su residuo, es decir, con cinco sufragios.
La Reforma Política de 2003 introdujo la cifra repartidora como un nuevo mecanismo de distribución de curules. De este modo, la asignación de asientos en las corporaciones públicas se realiza a partir del siguiente sistema: cada lista obtiene tantas curules como veces esté contenido un número mínimo de votos, denominado cifra repartidora, en el total de sus sufragios.
Este modelo estimula el fortalecimiento de los partidos, ya que las organizaciones con mayor votación tendrán la posibilidad de acceder a más curules que con el sistema de cuocientes y residuos. Igualmente, tiende a reducir la cantidad de partidos en escena. Y además, las fuerzas minoritarias, siempre y cuando se agrupen y cohesionen, tendrán buenas posibilidades de alcanzar curules. Por lo tanto, el esquema de cifra repartidora le entrega mayor protagonismo a los partidos, a la vez que garantiza la representación de las minorías.
El procedimiento utilizado para obtener la cifra repartidora es el siguiente: la cifra repartidora resulta de dividir sucesivamente por uno, dos, tres, etc., el número de votos obtenidos por cada lista, ordenando los resultados en forma decreciente hasta que se obtenga un número total de resultados igual al número de curules por proveer. El resultado menor se llamará cifra repartidora. Cada lista obtendrá tantas curules como veces esté contenida la cifra repartidora en el total de sus votos. En las circunscripciones donde se eligen dos curules, se aplica el método de cuociente electoral. Por lo tanto, no rige la cifra repartidora.
Haga click en ejemplo para ver cómo se convierten los votos en curules a través de la cifra repartidora.