El representante a la Cámara, Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán -miembro de la Bancada Animalista en el Congreso de la República y autor del Proyecto de Ley 224 de 2016, “Por medio del cual se prohíbe la utilización de elementos que laceren, mutilen, hieran o den muerte en espectáculos públicos a animales”-, espera que la Corte Constitucional no avale la ausencia de penalización de espectáculos crueles como las corridas de toros.

 

El magistrado Alejandro Linares es el encargado de estudiar una demanda de inconstitucionalidad del Parágrafo 3° del Artículo 339B del Código Penal, según el cual no serán objeto de pena de prisión de doce (12) a treinta y seis (36) meses quienes maltraten a un animal causándole la muerte o lesiones graves.

 

De acuerdo con la Ley 1774 de 2016, que modificó el Código Penal, quedaron exceptuados de pena quienes en actividades como el rejoneo, coleo, las corridas de toros, novilladas, corralejas, becerradas y tientas, así como las riñas de gallos,   hieran o lesionen a un animal; causen la muerte inevitable o necesaria a un animal por golpe, quemadura, cortada o punzada o con arma de fuego; enfrenten animales para que se acometan y hagan de las peleas así provocadas un espectáculo público o privado; conviertan en espectáculo público o privado, el maltrato, la tortura o la muerte de animales adiestrados o sin adiestrar; y usen animales vivos para entrenamiento o para probar o incrementar la agresividad o la pericia de otros animales. 

 

Por esta razón es que el “econgresista” Nicolás Albeiro Echeverry dice que existe doble moral: “hay sanción para quien castigue un perro, pero no para quien castigue un toro; por eso urge legislar frente a la práctica de entretenimiento y expresión cultural que involucre a todos los animales”.

 

En ese sentido es que el “Econgresista” antioqueño espera que el magistrado Linares haga caso omiso de la solicitud hecha por el Ministerio de Justicia de no declarar inconstitucional el artículo 339B del Código Penal.

 

“De no hacerlo la Corte Constitucional –que tendría que hacerlo para que no quede en evidencia su doble moral-, de manera subsidiaria el Congreso de la República debe transformar estas prácticas exigiendo la abolición de elementos cortopunzantes que hacen daño a los animales”, manifestó Echeverry Alvarán.

 

El “Econgresista” conservador entiende la presión de un gran sector de la sociedad colombiana amante de la “fiesta taurina”. Por eso su convencimiento de la urgencia de aprobar el  Proyecto de Ley 224 de 2016, para que los espectáculos continúen, aún sin penalización –si así es el leal sentir y pensar del Alto Gobierno y de la Corte Constitucional- pero sin tortura, sin crueldad, sin sangre y sin muerte.

 

“Nuestro Proyecto de Ley busca que los amantes de la tauromaquia reconozcan a los toros como seres sintientes, consecuentes con la Ley 1774 de 2016. Pero, al mismo tiempo, esperamos que la controversia no genere hechos violentos como los de la Plaza La Santamaría de Bogotá”, concluye el representante Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán, quien espera realizar una reunión urgente con la Bancada Animalista el miércoles, 1 de febrero, para tomar decisiones sobre las acciones políticas y jurídicas que les permita defender los proyectos para la protección de los animales.

 

Más información con el representante a la Cámara, Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán, en el número de celular 311 381 2478

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