La investigación desarrollada por Oxfam acerca de las inversiones en tierras de Cargill en Colombia, confirman las formas de apropiación ilegal de tierras por parte de la multinacional estadounidense, que ha venido denunciando el representante Wilson Arias. 52.575 hectáreas habrían sido acaparadas irregularmente por la multinacional de origen estadounidense.

La investigación que mostró ante los medios de comunicación y algunos investigadores los hallazgos en cuanto a las inversiones de Cargill en Colombia, devela que la multinacional se apropió irregularmente de terrenos con antecedentes de baldío en los municipios de La Primavera,  Santa Rosalía y Cumaribo (Vichada) en un área superior a las 52 mil hectáreas.

La modalidad usada para adquirir tal cantidad de tierra, fue muy similar a la usada por Riopaila Castilla SA, Timberland/Wood Holdings Limited y otras empresas denunciadas ante la Plenaria de la Cámara de Representantes el pasado 5 de junio: constitución de múltiples sociedades anónimas simplificadas (SAS) para que cada una de estas se hiciera a una UAF que luego harían parte del globo del proyecto (Mayores detalles de ésta modalidad en el caso Cargill, véase:http://wilsonarias.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1431:lamultinacional-cargill-en-colombia-acaparamiento-sofisticado-de-tierras-baldias&catid=28:noticias&Itemid=73).

Los recursos entraron al país por medio de la filial en Colombia del fondo de cobertura de Cargill, denominado Black River. Por medio de tales transferencias, la multinacional a través de las SAS, adquirió las tierras con destino a la producción de cereales y oleaginosas. Cada una de las SAS tiene una misma estructura de socios y de junta directiva, y se subordinan a cuatro empresas cabeza de la estructura que se comenzaron a crear desde 2004: Cargill Trading Colombia Ltda, Black River Colombia SAS, Cargill de Colombia Ltda y Colombia Agro SAS.

La similitud de la modalidad de acaparamiento guarda relación con el caso Riopaila Castilla SA, y la explicación de tal similitud la puede explicar la asesoría. “Entre los casos exitosos que documentaba en su perfil el socio del bufete Brigard & Urrutia, Francisco José Uribe Noguera, estaba nada más y nada menos que la empresa Black River, en una asesoría del año 2011. Por arte de magia, el perfil del señor Uribe Noguera fue alterado, y hoy ya no aparecen los casos exitosos. ¡Vaya coincidencia!”, afirmó Arias.

La investigación realizada por Oxfam confirma los hallazgos denunciados la semana pasada sobre la apropiación de más de 26 mil hectáreas de tierra por parte de Cargill. Algunas fuentes relatan que la multinacional habría adquirido entre 70 y 90 mil hectáreas. El doctor Uribe Noguera debería pronunciarse sobre este particular, detallando cómo fue su asesoría; y el señor embajador Carlos Urrutia ante tal magnitud de las denuncias debería renunciar, antes de que se ponga en evidencia su flagrante conflicto de intereses ante posibles demandas de Cargill. Igual sería conveniente que el presidente de la República, doctor Juan Manuel Santos, se pronuncie sobre estos hechos, que comprometen no sólo a uno de sus mejores amigos y alto funcionario en Estados Unidos, sino también a la política de tierras del país.

WILSON ARIAS CASTILLO – Representante a la Cámara por el Valle del Cauca

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