Una de las primeras alertas sobre lo que acontecería con la Administradora Colombiana de pensiones Colpensiones, fue lanzada el pasado 22 de agosto por el Representante a la Cámara, Juan Diego Gómez Jiménez, quien en un debate de control político, advirtió que el proceso de entrada en operación fue acelerado y no se sopesaron sus riesgos por parte del ministro de trabajo Rafael Pardo Rueda y el Superintendente financiero. La entidad no contó con la plataforma tecnológica necesaria, con el personal idóneo y mucho menos con un protocolo de procedimiento adecuado y por tal motivo estamos asistiendo a la crónica de un final anunciado, afirma categóricamente el Congresista conservador, quien le ha hecho seguimiento permanente a este sensible tema para los colombianos.

Colpensiones comienza a colapsar y las consecuencias inmediatas recaen sobre las pensiones de más de un millón de colombianos que administraba el ISS, afectando a más de seis millones de afiliados para quienes una vez más también se derrumban las ilusiones de tener una mesada en la vejez; esto además de la inminente pérdida de 22 billones de pesos, constituyen un panorama desolador para el país en materia pensional.