Barranquilla, septiembre 22 de 2017. Un nuevo cese de actividades se suma a la lista de tantos que se han llevado a cabo en el país y aunque en esta ocasión no se trate de una entidad estatal, sino de una empresa privada que presta un servicio público de vital importancia para los colombianos, como lo es el transporte aéreo de pasajeros y de carga, esperamos, por el bien de los usuarios y de la compañía, que las partes lleguen a un acuerdo lo antes posible.

 

La parálisis del servicio de transporte aéreo que presta Avianca, promovida por la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles (ACDAC), ha originado no sólo pérdidas económicas a la compañía, sino también caos en las agendas e itinerarios de sus clientes.

 

Este paro -por parte de ACDAC- se da luego de varios intentos fallidos de negociación con Avianca. En los antecedentes, encontramos que a mediados del 2015 se radicó un Proyecto de Ley en la Cámara de Representantes que buscaba, en parte, la solución a las inconformidades de los pilotos de esta aerolínea. La iniciativa se debatió, inicialmente, en la comisión VII con ponencia negativa por su “inconstitucionalidad e inconveniencia”, posteriormente fue aprobada y finalmente archivada antes de llegar a la plenaria de la Cámara Baja.

 

Desde ese entonces el enfrentamiento entre la Asociación del Transporte Aéreo en Colombia (ATAC), encargada de  representar a las aerolíneas que transportan alrededor del 95% de los pasajeros en el país, y el sindicato de pilotos ACDAC, se agudizó.

 

Estos últimos piden aumento de sueldo y reducción de horas laborales, algo que para la ATAC no es viable debido a que tocaría aumentar la planta de personal y, por consiguiente, los costos operativos, teniendo como consecuencia el alza del precio de los tiquetes en el que el principal afectado sería el bolsillo de los colombianos.

 

Importante que las conversaciones entre Avianca y el sindicato hayan iniciado y que exista un ente conciliador como el Ministerio del Trabajo, garante de que no existan intereses particulares o peticiones inviables financieramente hablando. Entendemos la complejidad que existe en cuanto a la prestación de este servicio público que, si bien está a cargo de una empresa privada, es regulado por el Estado.

 

Con respecto al pliego de peticiones, considero que este debe ser acorde, coherente y que beneficie a ambas partes. Que haya equilibrio entre las horas de vuelos y los gastos operativos de la empresa. Por ende, las exigencias de la ACDAC tienen que ir de la mano con la realidad económica del país, actualmente estamos hablando de una desaceleración en este sector, además, aunque Avianca presentó ganancias el último año, aún dicen no compensar las pérdidas millonarias que tuvo años atrás.

 

Por último, es importante señalar que ACDAC realizó una encuesta el año pasado cuyos resultados fueron publicados en diversos medios de comunicación. Los resultados indicaron que el 86,7 % de los pilotos reportaron tener fatiga para tratamiento clínico, el 90 % indicó tener exceso de somnolencia durante el día y el 50 % reportó tener depresión para tratamiento médico. Resultados que valdría la pena revisar detalladamente porque lo primordial es garantizar la salud de estos y, por supuesto, la seguridad de los pasajeros.

 

Ante un panorama tan complejo creemos en la necesidad de construir una reglamentación que impida desde todo punto de vista, la afectación de los usuarios en el transporte aéreo del país.

 

Esperamos que aterrice pronto este paro en Avianca y que despegue una buena solución para que no se vea afectado el desarrollo y la competitividad del país, así como tampoco los usuarios de este servicio de transporte aéreo, los pilotos y la empresa.

 

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Ketty Quiroz Tromp

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