Las calles de la capital Colombiana fueron testigas de una significativa marcha; hermanos y hermanas indígenas caminaron por las calles de la capital manifestando su apoyo a una salida negociada al conflicto armado.
Más de 2000 miembros de nuestras comunidades pertenecientes del Cauca, Valle del Cauca, Huila, Caquetá, Nariño, Cundinamarca y Magdalena, se movilizaron hasta el corazón de la ciudad y a lo largo de la carrera séptima para desembocar su recorrido en la plaza de Nariño.
Hermanos del pueblo Misak (Guambianos), hermanos Arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta, entre muchos otros, se dieron cita para reunirse con el presidente de la república, Juan Manuel Santos en la Casa de Nariño manifestarle a la ciudadanía capitalina su compromiso con la construcción de una paz estable y duradera que permita llevar la reconciliación a sus territorios.
Las comunidades y autoridades indígenas hacemos un llamado a que la paz salga no solo de los actores políticos sino de la sociedad colombiana; que sea un compromiso compartido para detener el derramamiento de sangre en las veredas y montañas de Colombia.
De esta manera, nuestros pueblos dejan en claro su posición a favor de la paz, el cese de la violencia y su apoyo a la búsqueda de las salidas negociadas necesarias para poner fin a la confrontación armada.
Ante la actual coyuntura política, los indígenas, testigos de primer orden de los horrores de la guerra y victimas de todos los actores armados, sentamos un precedente como defensores de la vida, de la reconciliación y del dialogo en la construcción de la paz venidera.